Además de hidratarnos, el agua con pepino y limón nos aporta vitaminas y minerales que nos ayudan a controlar el hambre y, además, nutren la piel y nos depuran.
El agua de pepino con limón siempre es mejor tomarla a lo largo del día, o dos horas antes o después de cada comida. De ese modo obtendremos una sensación saciante y aguantaremos mucho mejor hasta la hora de comer. Mira el siguiente vídeo para aprender hacerlo.